
CRÓNICAS de un educaDOR
Urban@s en medio de un Paro Agrario
La Gente de la Tierra, Gente de historias olvidadas, historias que hoy hablan y nos dicen que deben ser escuchadas: No necesitan condolencias, no necesitan que las victimicen, ni mucho menos lastima. Son Gente guerrera que con su trabajo diario dignifican la vida, que con su sudor alimentan la Tierra y nuestras familias.
Hoy nos dices escuchen algo, algo que ya se sabía, algo que todos y todas sabíamos pero muy poc@s lo comprendían, pero ese algo hoy es un Grito, un Grito que para algunos es de poco aliento, pero para otr@s es de largo y profundo aliento: dentro de pocas semanas muy seguramente muchas voces desaparecerán pero otras seguirán agitándose ya no por un grito sino por una vibración constante.
Si, en poco tiempo ese grito de paro se acabará, muy seguramente la Gente de la Tierra recibirá un aumento en insumos, créditos bancarios para su trabajo, etc., entonces ese grito de resistencia del hoy no puede ser entendido como un grito de paro, porqué este sistema tiene una gran deuda que va más allá de esas minucias.
Y es que sin duda, aquellos días de 1492 donde se trasgredió la cultura originaria de conexión con la Tierra, de un sudor que se sembraba así mismo y sus pensamientos, y fue eliminada por una cultura acartonada del pensamiento colonial e usurpador que deformó el trabajo de la Tierra, que deformó la común unidad en el individualismo. Convirtiendo el indígena en campesino, entonces aquellas deudas del campesinado con los urban@s son deudas de un pensamiento colonial de un pensamiento depredador.
Paro tras Paro la Gente ha visto, ha escuchado, ha participado e incluso se ha intimidado. Pero entonces los y las urban@s que pueden decirle a un Paro agrario en el que muchos no conocen el campo, lo rural pero que muchos en su vejes quieren conocer eso del campo. Si algo se ha aprendido en las últimas es escuchar, escuchar muy bien y algún@s urban@s han pensado asi:
Y es que el paro agrario no deja de todas maneras de ser una deuda, entonces se le grita al país su deuda, pero este modelo colonial absorbe el pensamiento del campesino y es que el trabajo con la Tierra se convirtió en una mirada capital de sobrevivencia en este sistema. Hoy el país está parado por cosas importantes pero de tiempos inmediatos, entonces hay Gente de la Tierra articulada con urban@s que propone proponiendo, desde su pensamiento y sus acciones concretas.
Hay que romper esa dictadura de semillas del estado, gritar enfurecidamente frente a semillas transgénicas de maquinas multinacionales que desangran nuestros alimentos: entonces el grito es un banco de semillas propias libres de partículas gamma o beta etc, pero sobre todo libres del pensamiento colonial de destrucción, otro grito de no más químicos para la Tierra, esa Tierra que nos brinda alimentos para nosotr@s y nuestras generaciones de vida y un gran grito por acabar con esa mirada monetaria de la vida, sino más bien una mirada solidaria de intercambio de alimentos y semillas. Y es que si se quiere dignificar las semillas y la Tierra no se puede pedir el aumento de insumos para la compra de agroquímicos, y es que desde una larga mirada es totalmente inoficioso, por lo tanto es vital exigir un modelo de campo diferente tanto para la Gente de la Tierra como para los urban@s.
@OscarDPerez26 Noviembre 2013

